La Mediación, la Conciliación y el Arbitraje son formas efectivamente comprobadas para lograr la satisfacción jurídica de las partes en forma rápida, económica y participativa.
Estos sistemas alternativos son formas ya probadas y eficaces en la obtención de un acceso a la satisfacción jurídica de las partes, más rápido, económico y con una participación activa de estas.
Existiendo una contienda de intereses entre dos o más partes, se plantean en general dos modos de resolverlo: uno mediante un acuerdo de voluntades entre las mismas partes, situación que lleva a la mediación y otro a través de un tercero que provea la solución. Esta última opción es el sistema judicial, el más conocido en nuestra sociedad, de costos altos y procedimientos lentos que muchas veces lo tornan desaconsejable.
Sus ventajas incluyen:
·Es un proceso simple: una tercera persona interviene para facilitar la comunicación entre los protagonistas, generando una negociación asistida que tiende a desentrañar los reales intereses de las partes.
· Cualquiera de las partes puede retirarse cuando considere que no es posible obtener una solución satisfactoria.
· La actuación del mediador produce una notable química en la relación conflictiva, pues supera el habitual grado de relativa incomunicación que existe entre las partes
· El mediador puede escuchar confidencialmente cual es la última oferta de cada parte sin que ninguna sienta que está arriesgando su posición respectiva.
· Aún sin lograr la solución del problema la mediación tiene resultados positivos: Se logra cambiar la óptica del conflicto, salir de la dialéctica del enfrentamiento.
El arbitraje es otro método para la solución de disputas en el que las partes interesadas se someten voluntariamente a la «jurisdicción» de un tercero idóneo en el que confían -el árbitro- para que les escuche y resuelva sus diferencias de criterio, aplicando el derecho vigente.
Las partes pueden alcanzar los mismos objetivos que con la actividad jurisdiccional, esto es, la obtención de una decisión al conflicto con todos los efectos de la cosa juzgada